Tú eres el punto en el que me centro.
A través de la niebla de la confusión,
Veo Tu sabiduría claramente.
Dentro de una cacofonía de ruido,
Escucho discerniblemente Tu voz retumbante.
En un mundo lleno de distracciones,
Tú eres el punto en el que me centro.
En una vida manchada por el dolor y la tristeza,
Ofreces un sentido estoico de orgullo y alegría.
En un océano interminable de personas,
Me permites levantarme como una isla del mar.
Me das la fuerza para caminar por un camino desconocido,
cuyo destino sólo Tú conoces.
Aunque temo Tu mirada inexpresiva,
Y permanece humilde ante Tu presencia real,
Me siento honrado de que me hayas tocado,
A pesar de mi incapacidad para comprenderte verdaderamente.