Salve Odin, el maestro de la sabiduría sin contar: sin pensar en volar más rápido, sin recuerdos tan viejos. Salve Odin, el guardián de la poesía: sin éxtasis más profundo, sin frenesí más cierto. Salve Odin, el cambio de cara y de nombre, a través de todos los mundos, pero siempre igual. Salve Odin, el rompedor de la espada y del corazón, Salve Odin, el creador de la humanidad y el arte.