Saludo a los dioses del norte de antaño,
Sus voces llaman mi nombre.
Y a todos los Héroes Antiguos,
Te saludo de todos modos.
Comienzo mi búsqueda en Middangeard,
Donde yacen Hombres y Héroes.
Y donde se ven las hijas de Eagor
En playas bajo el cielo.
En Middangeard vi a un hombre,
Viejo y sin un ojo.
Le pedí su guía y
Sonrió al pasar.
En Middangeard vi el mar,
Las olas rompieron sobre mí.
Viajé a través de los Bosques Viejos
Y vio el Gran Fresno.
En Middangeard corrí con Deer,
Y cazó con el Oso.
Aullé a la Noche con el Lobo Gris,
Y durmió bajo su cuidado.
En Middangeard vi las Guerras,
Que se levantó cuando salió el Hombre
Me elevé por encima de los campos de batalla,
Con Cuervos del Norte.
En Middangeard vi las piras,
Que ardía en el nombre de Glory.
Observé al Wælcyrie cabalgar
Y traer la fama de los Héroes.
Este Middangeard lo llamo mi Hogar,
Rodeado por el Gran Mar.
Oh hermosa Tierra, te dejo.
Medio peligro, te dejo.
Entro en el Jarnviðr a continuación,
Hierro Madera, sobre todo,
Para encontrar la tierra de Eotenas,
Donde las Montañas se yerguen.
En Eotenham vi las estrellas,
Los ojos de Þjazi brillaron intensamente.
Los gigantes me dejan pasar,
Al amparo de la Noche.
En Eotenham vi el Salón
De Sceadu, pariente de Þjazi.
Neorð estaba allí, enfermo por el Océano,
Anhelando el viento del mar.
En Eotenham escalé los muros
De las Montañas tan altas.
Vi desde allí el Mar Helado
Y Útgarðar cerca.
Crucé el famoso Rainbow Bridge,
Y encontró el Ése-Reino.
El más blanco de los dioses déjame
Pasa por debajo de su timón.
En Ésageard vi a los Dioses,
Y festejaron en su Salón.
Incliné mi cuerno de aguamiel en sus nombres,
En Woden sobre todo.
En Ésageard nos entrenamos para la Guerra.
Einherjar, Pueblo Héroe.
Luché con mis Ancestros,
¡Prepárate para el Ragnarök!
En Ésageard bebí el Hidromiel
Eso fluye de la tetina de Heiðrún.
Ese néctar dorado sabe tan dulce,
Como la carne rosada de Sæhrimnir.
En Ésageard vi todos los Mundos,
Y se sentó en el Trono de Woden.
Solté a Hugin y Munin,
A mí se me mostraron todas las cosas.
Viajo entonces al Hogar de los Elfos,
Ælfham, regalo a Dios Fréa.
La belleza de Sól cautivada,
En los Elfos del Cielo.
En Ælfham vi a los Elfos de la Luz,
Alabado por los Dioses y los Hombres.
Ni siquiera el Sol es más justo.
Entonces me fui a Wenaham.
En Wenaham vi a los Wanes,
Los dioses sabios y fértiles.
Los hermosos Fréa y Fréo,
Dormido, mi cabeza luego asiente.
En Wenaham dormí en el calor,
Probé el aire salado.
Me desperté con el Sol Dorado,
A Hel entonces le haría faire.
En Hel caminé por el Helvergr,
Caminado por el río Gjøll.
Modgud y Garm abrieron Helgrind,
Entré en el Nether.
En Hel vi el lugar de descanso,
De los que habían muerto de viejos.
Un mundo-tumba para los muertos comunes,
Diablos, esta miserable jaula.
En Hel vi al Dios Blanco muerto,
En su semejanza de cadáver pálido.
El premio de los Dioses del Cielo,
Asesinado por la bondad de Loke.
En Hel llegué a Elviðnir,
Y conoció a la Diosa Hel.
Pregunté una vez más por la vida de Balder,
Su vida ella no vendería.
En Hel fui a Kvøllheimr,
Y vio a los impíos volverse.
Entré entonces en Wyrmsele,
Y sintió la quemadura del veneno.
Viajé al sur hasta Swartælfham,