Un hombre ignorante cree que son amigos
Un hombre ignorante cree que son amigos los que ríen con él; lo que no sabe es que hablan mal de él si se sienta entre sabios. Un hombre ignorante cree que son amigos los que ríen con él; he aquí lo que ve cuando pleito tiene: que pocos hablan por él. Un hombre ignorante cree saberlo todo, si está en sitio tranquilo; lo que no sabe es qué ha de responder si alguno a él le pregunta. Un ignorante que va entre los hombres, mejor que se esté callado; nadie le nota lo poco que sabe a menos que hable en exceso. Por sabio se tiene al que bien pregunta y sabe bien responder; nunca ocultan los hijos de los hombres lo que entre los hombres pasa. Quien nunca calla muchas estupideces dice y necias palabras: la lengua desatada, si no se la refrena, suele hablar contra sí. >Segmento de Havamal: el discurso del altísimo